1. Escuchar (de verdad)

Cuando escuchas a alguien con atención y estando allí de verdad (no haciendo ver que escuchas) le está enviando 2 mensajes y obteniendo 3 beneficios:

2 Mensajes.

a. Tu eres importante en este equipo

b. Respeto tu opinión

3 Beneficios.

a. Obtienes mas información y por lo tanto eres mas consciente para poder tomar mejores decisiones (la inconsciencia crea estragos en las organizaciones)

b. La otra persona te apreciará mas e incluso te respetara mas como líder.

c. Aumentas la energía de la otra persona y reduces su nivel de estrés.

Por supuesto escuchar no es fácil. Hay que entrenarlo.

2. Mantener la calma

Ser líder (o capitanear un equipo o organización) te expone a agentes estresores en mayor medida que al resto, dado que debes dar respuesta a mayor numero de preguntas, y debes tomar decisiones que afectan a mayor numero de personas. 

Por eso es mas probable que sufras mayor tensión debido a la exigencia y la responsabilidad de tu posición (claro eso si eres un líder verdadero, por contra si no te preocupan los demás entonces quizás no sientas tanta presión, pero entonces tampoco eres un líder de verdad).

Cuando un/a líder se estresa pasan 3 cosas:

a. Su salud física y psicológica sufre

b. Transmite la tensión al resto del equipo

c. Toma peores decisiones

Los resultados de un líder muy estresado pueden ser exponencialmente catastróficos porque afectan a toda la organización.

No olvidemos que el líder actúa (aunque el/ella no sea consciente) de intérprete de la realidad, y si el resto ve que el/la líder está angustiado/a, tenso/a, esto se va contagiando por ese Bluetooth Neuronal que llamamos las neuronas espejo.

A mantener la calma también se aprende, cuesta mucho (a unos mas que a otros), pero se pueden entrenar hábitos y prácticas mentales para mantener la calma.

3. Ser valiente (y prudente)

Digo prudente porque si bien la valentía (o el coraje) son lo que nos permite caminar a través de las llamas del miedo para pasar al otro lado, aunque nos aterrorice la idea, la prudencia nos permite mirar antes cual es la envergadura del fuego para poder valorar los posibles daños por adelantado.

La prudencia es la parte “inteligente” del miedo.

Ser valiente vale la pena, claro que si, pero ser prudente nos salva de pegarnos una trompada de la cual sea difícil levantarnos.

Es necesario que una persona que encabeza un equipo o una organización tenga las 2 cualidades bien compensadas,

el coraje para dar el primer paso y la prudencia para no quemar las naves en batallas imposibles.

Un líder es el que da el primer paso para que su equipo empiece a andar un camino, pero un líder también es el que sabe para cuando el riesgo es excesivo.

¿Se te ocurre algún ejemplo en el que un líder haya sido “demasiado” valiente y haya llevado a su gente al desastre?

¿Y una situación donde un líder ha sido demasiado cobarde y no ha permitido el desarrollo de su gente?

4. Animar e inspirar

Hay una frase de William Arthur Ward que me gusta especialmente a este respecto: 

“Adúlame, y puede que no te crea. 

Critícame, y puede que no me gustes.  

Ignórame, y puede que no te perdone. 

Anímame, y nunca te olvidaré.”

Animar es aportar “anima”, el “anima” (en latín), el alma es aquello que dios insufla en el hombre para darle vida. Cuando animas a alguien le estas dando vida, le estas aportando energía, valor, impulso. Un líder debe ser capaz de animar, un líder debe ser “fan” de los miembros de su equipo, porque gran parte de la fuerza y el ímpetu del equipo procede de esta confianza y admiración de un líder por los miembros de su equipo que les da “anima”.

Y fijaros en la otra palabra: INSPIRANDO. Cuando “inspiras” a alguien le estás “dando aire”, aire para que respire, aire para que vuele, aire para que se eleve por encima de lo que es y siente ahora.

Por eso un líder debe ser capaz de animar y dar aire a los miembros de su equipo y de su organización. De lo contrario les faltará el impulso y el aire para avanzar y transformar.

5. Cumplir con lo prometido

Dicen que la confianza cuesta mucho de conseguir y es muy fácil de perderla. La confianza y el compromiso son los dos valores mas potentes que puede tener un equipo de trabajo, y ambos empiezan por el/la líder, por el capitán/a.

La primera y mas sencilla forma de dar y crear confianza en un equipo es cumpliendo con lo que sea ha dicho y prometido. Lo contrario, el no cumplir con lo prometido, crea desafección, desconfianza y destruye el compromiso; porque “¿Para que me voy yo a comprometer si tu no cumples con lo que prometes?”

Es mas, no cumplir los compromisos puede llegar a generar resentimiento, frustración y el abandono (físico o psicológico) del equipo de trabajo.

Por eso ten cuidado con lo que prometes, y cuando prometas algo camínalo hasta el final.

6. Ser claro

Un/a líder actúa, lo sepa o no, como un “interprete de la realidad”. Los miembros de un equipo, de una tribu, de una organización, cuando dudan, cuando quieren saber lo que pasa, cuando tienen que darle un sentido y valoración a lo que sucede, indefectiblemente miran al/la líder.

La opinión o posición que muestre el líder respecto a algo que pase es definitorio de como va entender el equipo lo que esta pasando, de como se vana interpretar las circunstancias.

Por tanto ser claro en la información que transmites a las personas de tu equipo/organización es una de las mejores formas que tienes de poder crear una realidad compartida con ellos/as.

Es mas, cuando las informaciones, los mensajes, por parte de la dirección de una empresa no son claros la confusión y la interpretación que se hace de “lo que está ocurriendo” se transforma en rumorología, en miedo y finalmente en resistencia.

La información y los mensajes claros son la mejor manera de enfrentar en equipo cualquier reto o cambio en la organización, porque entonces todos “ven” lo mismo y actúan en consecuencia sin generar las dudas y los miedos de la incertidumbre.

Ah, y no se pierde tanto dinero en el tiempo que se invierte en “interpretar”.

Sed claros. Comunicad de forma clara y concisa.

7. Tener un fin en mente

En el fondo, y en la superficie, un/a líder ha de tener muy claro a donde quiere dirigir a su gente.

Debe tener muy claro cuales son los resultados últimos que se quieren obtener.

Lo contrario sencillamente es un barco flotando a la deriva que sólo se sostiene en la esperanza de que se tropiece con alguna isla amiga.

Si no tienes claro el futuro que quieres construir es muy posible que el futuro de construya a ti, y entonces es posible que no te guste.

Un/a líder tiene la obligación de fijar el “Norte” de forma clara y de transmitirlo a su organización. 

Y además, añadiré, debe asegurarse que el resto de la organización lo entiende y está de acuerdo en ir hacia allí.

Sin ese “Fin en Mente” acordado la travesía puede acabar en deriva.

(por cierto, lo del “Fin en Mente” es herencia del Sr.Stephen Covey)

8. Dar y darse

La función del Líder es crear las condiciones para el éxito de su equipo. En este sentido el/la líder existe para hacer crecer y hacer conseguir a los demás, al grupo.

Un/a líder que no procura por el conjunto de su gente no sirve como líder porque en realidad está actuando sólo/a. Un líder que no se da es un “líder vacío”, un líder que se da llena la vida de los demás y la suya propia.

Sanchez Piñol en su magnífica novela “Victus” nos muestra un líder autentico y alineado con sus valores: el general Antonio de Villarroel. 

Este personaje, al final del libro, cuando el protagonista le pregunta por el “secreto” de ser un buen  general, Antonio Villarroel le contesta: “Darse”.

9. Cultivar la consciencia

Para mi la Consciencia, en este contexto, no es algo místico sino algo práctico y necesario para el liderazgo. La consciencia en el liderazgo es: Saber lo que está pasando.

Así de sencillo y así de difícil. Estoy cansado de ver líderes inconscientes que no saben, no se enteran y no se quieren enterar ni saber lo que pasa y cual es la realidad (la mayoría de veces por miedo, que se transforma en irresponsabilidad).

La consciencia en el liderazgo es ser capaz de mantener la atención y los canales abiertos para saber lo que está pasando en el equipo, lo que esta pasando en la empresa, lo que está pasando alrededor … para ser conscientes de la realidad para poder tomar decisiones.

Como dice Peter Drucker: 

“Ninguna decisión que tomes puede ser acertada si no conoces la realidad de lo que está pasando.”

10. Hacer sumar y hacer crecer

Un líder de verdad es el que es capaz de provocar el compromiso, la voluntad y las condiciones para que un grupo de personas se alinee hacia un objetivo común y sumen para crear un resultado multiplicativo.

Un líder de verdad es el que sabe disponer las condiciones para que 1+1+1=54.

Un líder que provoca la suma de talentos, energías y voluntades es un líder que verdaderamente transforma. 

Si no eres capaz de hacer sumar a tu equipo, aprende o deja el liderazgo para otro/a.

Por último una apostilla que creo que es necesaria: NO SEAS EUCALIPTO

La palabra Humildad viene de “Humus” que es tierra fértil, tierra que contiene las cualidades para que crezcan las cosas. La humildad permite a un líder hacer crecer a los demás y crecer el/ella mismo/a.

Cuando un líder no es humilde actúa como un eucalipto, siembra todo su alrededor de toxinas que no dejan crecer a las demás plantas.

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