Más personas que hagan algo por mejorar las cosas. Menos que las desaprueben.
Más personas que actúen. Menos que hablen.
Más personas que digan: ¡Puede hacerse! Menos que digan ¡No puede hacerse!
Más personas que inspiren confianza a los demás. Menos que arrojen un chorro de agua fría sobre los que han dado aunque sea un solo paso en la dirección correcta.
Más personas que se interesen en las cosas y hagan algo para mejorarlas. Menos que se sienten a un lado sin hacer más que encontrar defectos.
Más personas que señalen lo que es correcto. Menos que insistan en señalar lo que es incorrecto.
Más personas que “enciendan una vela”. Menos que maldigan la oscuridad.