Podemos distinguir una sonrisa a 80 metros de distancia, que es mas o menos la distancia a la que podemos tirar una piedra. Da que pensar, no? 🙂
Una sonrisa activa nuestras neuronas espejo y instantaneamente nos hace sentir mejor, y bajan nuestros niveles de cortisol en sangre,
subiendo los de dopamina y oxitocina. Por eso nos gusta la gente que sonrie. Pero que sonrie de verdad.