Alguien me preguntó sobre si creia en la Ley de la Atracción, yo, después de pensarlo le contesté que no sabia exactamente de que trataba esa ley, pero que en lo que si creo es en la Ley de la Tracción. Nosotros aplicamos fuerzas que nos acercan o nos alejan de las cosas de forma intencionada (seamos o no conscientes es otra cosa). Esas fuerzas deforman y conforman la realidad de una forma casi material (o sin el «casi» según la física quantica). Y esa «tracción» empieza con la visualización clara de que es lo que queremos realmente.
Formular lo que quieres es tremendamente potente … pero formularlo de forma clara y precisa, para que no haya lugar a dudas. Y concentrarte en ello completamente por un momento. Pon que sean 5 minutos. Se puede poner una alarma en el móvil, y durante 5 minutos concentrarse completamente en lo que quieres. De una forma tan intensa que quizás pierda la noción del tiempo y del momento. Y en el momento que estás tan concentrado que incluso se pierde la noción de donde estas y de ti mismo, en ese momento, estás empezando a transformar esa imagen en algo real. Estarás empezando a transformar una posibilidad en un hecho. Y no es magia.
Todo las personas que han conseguido algo es porque han decidido que lo querían, y se han enfocado. Nuestra intención clara y nuestra voluntad transforma nuestra realidad desde el primer momento a través de la intención y la voluntad clara, que naturalmente se transforman en acciones y decisiones concretas (aunque no nos demos cuenta de algunas de ellas).
Pero esa intención y esa voluntad son muy difíciles de mantener porque tendemos a volver a los patrones de pensamiento y funcionamiento a los que somos adictos. Y somo adictos porque esos patrones (hábitos) nos requieren menos energia, ofrecen menos resistencia. La inercia del hábito actua de una forma muy potente sobre nuestra fisiologia, y por tanto sobre nuestro comportamiento.
Decidir aplicar de una forma habitual en el día a día nuestra energia a un propósito claro traza la línea entre lo que es posible y lo que nunca será. Tu intención, tu atención (consciencia) y tu esfuerzo crean la realidad de forma activa y medible.
Somos los creadores de nuestra realidad.
La libertad de nuestra consciencia nos permite escoger que vemos, que entendemos, que sentimos, y en definitiva quienes somos y quienes seremos. Tu escoges, tu creas.
Obviamente no puedes escoger lo que te pasa o que hacen o dejan de hacer los demás, pero si tienes la libertad de escoger que hacer y como sentirte al respecto. Y eso, eso, es tu vida.
Elegir vivir de forma consciente y haciendo una diferencia es el mejor regalo que nos podemos hacernos a nosotros mismos y a las personas que amamos.
Morir es obligatorio, vivir es opcional. Tu eliges.
