En un mundo que va a una velocidad absurdamente acelerada (y esto es una realidad que es como las lentejas: si te gustan bien y si no las dejas) sucede a menudo que las antiguas formas de funcionar ya no funcionan.
Como ejemplo está el funcionamiento de los equipos profesionales: antes había procedimientos fijos, y normas fijas, que si te adherías a estos procedimientos y normas probablemente las cosas iban saliendo, se iban solucionando. Digamos que antes los imprevistos y cambios eran menos frecuentes e incluso más previsibles.
Ante este escenario de inmediatez y de cambio constante no puedes esperar que un equipo siga funcionando bajo los mismos parámetros que funcionaba antes. Las cosas han cambiado en lo que se refiere a gestión eficaz de equipos.
UNA FORMA DE VERLO Y ENTENDERLO: En un equipo, en una organización, en una familia, en una comunidad ocurren “historias”. Cuando hablo de “historias” que pasan en un equipo o en una organización me refiero a todos aquellos eventos y realidades simultáneas que se van generando a lo largo del día y de la semana. Desde un problema con un cliente, hasta una deficiencia o no conformidad con un producto, desde el éxito en un servicio hasta un cambio de proceso en el registro de datos. Todo, metafóricamente son “historias” que suceden, que nos suceden, y el conjunto de estas historias genera nuestros resultados.
Para mi un punto absolutamente clave y que debe formar parte de los aspectos tácticos (de la forma de funcionar de un equipo) es aprender a compartir, revisar y mejorar estas «historias».
Probablemente existan varios resortes o variables que debamos tocar para mejorar el rendimiento humano de un equipo; para mejorar su agilidad de respuesta, para aumentar su compromiso, para facilitar las sinergias, para la satisfacción de los miembros del equipo, para consolidar procesos o para abordar los conflictos de forma más constructiva; pero hay uno que siempre funciona y que no falla: generar espacios de reflexión constructiva, espacios de diálogo, espacios de comunicación efectiva y sinérgica.
¿Porque soy tan tajante y lo digo con tanta seguridad?¿Porque estoy tan seguro de que no falla y es tan necesario?
- Porque los grupos humanos han funcionado y han medrado en la medida que han sido capaces de cooperar y hacer uso de la fuerza conjunta y la capacidad del grupo; sin comunicación constructiva no existe esa fuerza de grupo.
- Porque la representación de la realidad que tiene cada miembro del equipo en su cabeza es parcial y sesgada, y solo sumando las versiones de la realidad se puede llegar a un entendimiento más acertado de lo que realmente está ocurriendo.
- Porque muchas veces (muchas) se está aplicando una solución (o un intento de solución) que no solo no funciona, sino que agrava un problema determinado, y cuando un conjunto de cerebros se ponen a trabajar juntos es más probable que se puedan encontrar alternativas o variaciones válidas.
- Porque el manager o líder necesita más que nadie estos espacios para enterarse de lo que realmente está pasando en el equipo y en el proyecto profesional. Muchas veces los líderes de un equipo viven bastante desconectados de la realidad de la trinchera, y estos espacios de comunicación constructiva les pueden ofrecer pistas valiosísimas de cuales son realmente los problemas, dificultades o necesidades con que se encuentra su equipo.
Eso si, hay que cumplir unas condiciones mínimas, unas normas de comportamiento y participación:
- Egos fuera, aquí nadie ha venido a demostrar nada ni hacer gala de nada, los pavos reales y los pelotas que se queden la puerta o en el corral.
- Respeto hasta arriba, puedes decir y opinar todo lo que quieras, y los demás deben respetar y escuchar tu opinión, con una sola condición: jamas le pierdas el respeto, directa o indirectamente a nadie. Por cierto, no escuchar o ningunear es una falta absoluta de respeto.
- Compromiso de solucionar y construir; todo lo que se diga, opine o aporte debe ser con la voluntad e intención honesta de aportar para construir soluciones. Da igual si es más o menos acertado, el grupo ya decidirá, pero todo debe partir desde ese compromiso y voluntad honesta.
- Madurez personal, por favor; acepta que puedes ser criticado, acepta que puede ser que haya miembros del equipo que no estén de acuerdo contigo, acepta que igual salen opiniones que no te gustan o no las consideras las más acertadas, acepta que puede ser que no tengas razón, acepta la incomodidad y el esfuerzo que a veces genera tener conversaciones productivas … de esto se trata ser una persona con madurez personal en una conversación de equipo.
- Si estás “quemado” te “des-quemas”; y te sumas la construcción compartida de soluciones; no valen los que están a medias, los que se desvinculan, los que se lo miran desde la distancia, los que no creen, los que ya se han rendido, … todos podemos estar más o menos quemados, cansados o agobiados, pero cuando el equipo dispone de espacios para la conversación constructiva debes aprovechar estos espacios como si todo fuera posible.
¡PERO CUIDADO!! Cuando hablo de espacios para la conversación y reflexión constructiva no me refiero a las “reuniones”, al menos no a las reuniones tal como las conocemos, no tal como lo hemos entendido hasta la fecha: nos sentamos, hay unos temas de los que queremos hablar y hablamos. Reunirse para hablar está bien y es necesario, pero la metodología de las reuniones se debe revisar, de lo contrario se convierten en sumideros de tiempo y de paciencia, donde la mitad acaban mirando su smartphone o su Ipad.
Cuando digo que un equipo debe generar espacios de comunicación efectiva, me refiero a que estos espacios deben tener una metodología o unas reglas específicas de funcionamiento para ser realmente útiles. Deben partir de la filosofía y la metodología del coaching para poder maximizar el resultado y que se transforme (sobretodo) en acciones concretas y observables (y que no quede en solo en buenas intenciones sin materializar.
Os voy a dar una idea. Un pequeño truco de coaching de equipos:
- Elige un tema, una área, un servicio que quieras mejorar, solucionar o hacer evolucionar, y en el que todo el equipo participe en la ejecución o desarrollo del mismo (el tema escogido).
- Hazles 3 preguntas: More, Start, Stop.
1) MORE: Que debemos hacer MÁS (ya lo estamos haciendo, pero lo deberíamos hacer el doble o el triple, para mejorar o solucionar el tema).
2) START: Que deberíamos EMPEZAR a hacer (no lo estamos haciendo y sería una buena idea empezarlo a hacer).
3) STOP: Qué deberíamos DEJAR de hacer (lo estamos haciendo, lo hacemos y deberíamos dejar de hacerlo del todo porque no ayuda ni contribuye a mejorar, solucionar o hacer evolucionar el tema).
- Organiza el grupo en parejas, en grupos de 3 o de 4 (depende del tamaño del grupo) y que cada sub-grupo de trabajo responda a cada una de estas preguntas.
- Cada sub-grupo presenta sus aportaciones al resto del equipo.
- Reorganiza los sub-grupos (cambiamos la composición de los sub-equipos de trabajo), de manera que se pongan con personas que no hayan trabajado en las preguntas anteriores, y que escojan las 2 ideas que les gusten más.
- Transforma las ideas más votadas o mayoritariamente preferidas en propósitos de acción concretos, específicos y observables. El coaching de equipos sólo tiene sentido si se transforma en acciones y resultados visibles.
Hago este tipo de ejercicios continuamente con equipos profesionales de empresas y organizaciones, y tengo que decir que en algunas sesiones, cuando veo trabajar juntas a personas tan distintas y que quizás nunca se habían puesto a trabajar de esta manera antes, me emociona ver la potencia de hacer las preguntas adecuadas a un grupo de personas y observar los resultados del hecho de ser capaces de “juntar las cabezas” para construir soluciones. El ser humano puede ser increíble, y cuando trabaja de verdad en equipo me devuelve la fe en la humanidad y su potencial. A veces tan sólo hay que generar las condiciones, y eso precisamente es lo que hace el coaching de equipos.
¡Un abrazo!!
Muy interesante y útil este post. Mañana ya tengo un tema para hacer esta dinámica con mi equipo.
Gracias!!!!!
Ana