Durante mucho tiempo me he estado preguntando, y investigando, porque hay ciertas personas a las que parece que la vida, que vivir, les resulta mas fácil, mas agradable, mas llevadero emocionalmente que a otras, y por otro lado hay personas, independientemente de las circunstancias o escenario que tengan, que parece que la vida les resulta mas complicada o mas difícil de sobrellevar a nivel emocional.

Es decir, ¿porque hay personas que son mas resistentes o incluso invulnerables a los contratiempos, frustraciones o pequeñas decepciones de la vida; mientras que otras las sufren de una forma llamativamente difícil y dolorosa? ¿Que los diferencia a nivel psicológico y neuropsicológico?

Y la otra pregunta que me he hecho es: ¿se puede aprender o entrenar a las personas para ser mas resilientes o mas resistentes a nivel psicológico y emocional? ¿Podemos entrenarnos para tener mejores y, sobretodo, mas agradables vidas a nivel psicológico y emocional?

Ademas no se trata sólo de estar bien o sentirse bien, sino que ademas hay que tener en cuenta, y está mas que comprobado que las personas con mas capacidad de resiliencia emocional (de recuperarse emocionalmente de los contratiempos del día a día), y que por tanto tienen porcentualmente una media mas elevada de emociones positivas a lo largo del día; son personas mas valoradas a nivel personal y profesional, y por ende disponen de mas oportunidades de desarrollo y progreso en la vida.

Vamos por partes: ¿Que es lo que diferencia a las personas con mayor resiliencia emocional, y con una emocionalidad mas positiva? ¿Que les permite ser así y que las diferencia de las personas con emocionalidad media mas negativa?

Sin duda todos tenemos un perfil emocional, unas características o rasgos de personalidad, que nos condiciona a ser mas felices o menos felices de promedio respecto a otras personas. Digamos que hay personas que “de media”, pase lo que pase, tienden a tener un nivel 8 sobre 10 de felicidad o tranquilidad (a veces pueden bajar a un 4 o a un 5, pero con relativa facilidad se recuperan); y en cambio hay personas que tienden a mantenerse en una media de 5 sobre 10, y raramente suben a un 8 de felicidad (son personas naturalmente mas abatidas, o mas angustiadas, o mas enfadadas consigo mismas y con el mundo). A esto me refiero, diferentes perfiles emocionales que generan diferentes tonos emocionales medios en las personas.

Bien, pero ¿qué provoca o que da razón de ser de estos diferentes tonos o perfiles emocionales? Un investigador que admiro muchísimo por su dedicación y tenacidad (y por su generosidad y bondad) es Richard J. Davidson (profesor de psicología y psiquiatría en la Universidad de Wisconsin); lleva muchos años estudiando que diferencias hay en el funcionamiento de los cerebros de las personas mas felices y menos felices, y ha establecido las bases de la Neurociencia Afectiva: el estudio de la diferencia en los patrones de activación cerebral en personas con diferentes patrones emocionales (diferentes formas de reaccionar emocionalmente ante la adversidad y los contratiempos). Y lo que ha observado y constatado Richard J. Davidson y su equipo en mas de veinte años de investigación es fascinante, dado que, efectivamente se ha podido comproBar que hay patrones básicos de activación (de funcionamiento cerebral) que son diametralmente distintos en las personas mas felices, respecto a las menos felices (gruñones, tristones y angustiados). Es decir, ahora ya se sabe exactamente que es lo que funciona distinto a nivel cerebral.

La diferencia fundamental que han encontrado es en la sorprendente diferencia en la activación del lóbulo prefrontal derecho (LPD) y el izquierdo (LPI) en cada uno de los grupos de investigación.

Los individuos con mayor actividad en el cortex prefrontal derecho (e.g. la parte del cerebro que esta justo detrás del hueso de la frente … si ahora te tocas la parte derecha de la frente con un dedo, justo a un centímetro y medio por debajo está tu cortex prefrontal derecho), son individuos que tienden a tener mayor cantidad de estados emocionales negativos durante el día, y también mayor nivel de rumia o dialogo interno al día (se comen mas la cabeza).

Por contra, los individuos e individuas que tienen mayor actividad en el prefrontal izquierdo (ahora toca poner el dedo en la parte izquierda de la frente) tienden a tener vidas emocionales mas ligeras, mas positivas y mas agradables de media; y por supuesto también un nivel muy inferior de dialogo interno.

Ademas, hay que añadir otro factor, y es que el prefrontal derecho tiene la capacidad de, al activarse, a su vez activar unas estructuras mas profundas de nuestro cerebro que son los núcleos amigdalinos, que fundamentalmente de lo que se encargan es de poner en marcha emociones como la angustia, el miedo, la preocupacion y la intranquilidad. No entraré en detalles técnicos (que probablemente aburren a la mayoría) pero los nucleos amigdalinos serian como las centrales de alarmas de nuestro cerebro, los vigilantes por si algo va mal o aparece alguna amenaza en el horizonte.

Con lo cual las personas con mayor activación prefrontal derecha suelen tener una mayor activación de su central de alarmas cerebral (los nucleos amigdalinos), lo que provoca un estado de hipervigilancia y sobrepreocupacion, que en realidad, en la inmensa mayoría de las ocasiones, no son ni necesarios, ni útiles, ni fundados. El 90% de nuestro miedo es mentira y no sirve para nada, en serio os lo digo.

Como podrás concluir, ir por el mundo con un alto nivel de dialogo interno negativo y una central de alarmas en constante regimen de “DEFCON 2” en tu cabeza, no es una buena apuesta ni para ser feliz, ni para ser operativo.

Por contra los individuos e individuas bendecidos con una mayor activación media en el prefrontal izquierdo suelen tener las amigdalas cerebrales mucho mas tranquilas, y su vida es mucho mas apacible, sus estados de animo mas positivos y pueden disponer de sus recursos cognitivos para dedicarlos a otras cosas productivas, en lugar de angustiarse, preocuparse o agobiarse. Los reconoceras porque son mucho mas sonrientes y raramente los ves abatidos o atacados de los nervios.

Además hay otra evidencia, absolutamente sorprendente, que este equipo de investigación de la Universidad de Wisconsin ha encontrado: la corteza prefrontal izquierda envía señales inhibitorias a la amígdala. Es decir, la corteza prefrontal izquierda tiene la capacidad de ordenar callarse a las amígdalas.

Ambos descubrimientos son una gran noticia, dado que ahora ya sabemos exáctamemte a que partes del “motor cerebral” tenemos que prestar atención; pero aun mejor noticia es el siguiente dato: la activación de los prefrontales derecho e izquierdo son inversamente proporcionales!! Es decir cuando el prefrontal derecho aumenta su activación, el prefrontal izquierdo la disminuye; y cuando el prefrontal izquierdo aumenta su activación, el prefrontal derecho la disminuye (y en consecuencia los núcleos amigdalinos). Esto es una información de la psicodinámica de nuestro cerebro absolutamente fundamental y esperanzadora, porque se traduce en que la mejor manera de mejorar nuestra vida emocional y de tener mejores y mas productivos días es aprender a aumentar la activación en el prefontal izquierdo!!

Si sois conscientes de lo que eso implica en la práctica estarías tan emocionados como yo, porque significa que aunque seas de las personas que suelen tener mas activado el prefrontal derecho (yo lo llamo tener “el gen de la preocupacion”), puedes entrenar a tu cerebro para cambiar ese patrón emocional, cambiando el patron de activación cortical.

¿Como? Se ha observado que el prefrontal izquierdo, además de tener la capacidad y la función de hacer callar a la amígdalas cerebrales (y por tanto de actuar de regulador emocional), también tiene la función de llevar a cabo el control cognitivo de la atención, es decir de focalizar y mantener la atención de forma deliberada en una tarea o en un evento/objeto del mundo exterior. Es decir, mientras que el prefrontal derecho presta mas atención a las “historias” que pasan dentro de tu cabeza, el prefrontal izquierdo presta mas atención a lo que esta ocurriendo fuera.

Teniendo en cuenta esto, y además, como ya he dicho antes, que la actividad de ambos prefrontales es inversamente proporcional (cuando se activa uno se desactiva el otro), la respuesta a una mayor habilidad para estar bien es: aprender a activar tu prefrontal izquierdo dominando tu atención y tu capacidad de foco (lo que se denomina el control cognitivo de la atención) de forma deliberada, es uno de los mejores ansiolíticos y aumenta tu bienestar interno; porque es neurofisiologicamente imposible estar preocupado cuando diriges tu atencion de forma intencional e imperturbable a una tarea o a un objeto/evento del mundo exterior.

Si eres una persona que tiende a tener un nivel de preocupación o rumia mas elevado de lo que te gustaría, o senzíllamente tienes un mal día, un humor de perros y le estás dando demasiadas vueltas a algo, una de las mejores maneras que tienes de reducir eso es centrándote en algo, una actividad, una tarea, una lectura o una película; de esta forma estás activando el prefrontal izquierdo y reduciendo la actividad en el derecho, y por ende en tus amígdalas cerebrales. Por supuesto que a veces no nos resulta fácil concentrarse en algo cuando se esta preocupado/a, pero cada vez que te desconcentras y acto seguido recuperas de nuevo el foco estás fortaleciendo tu “músculo” de la atencion (literalmente estas reforzando las vías neurales de la atención), y por tanto, no sólo en ese momento o ese día el hecho de concentrarte en algo te va a aportar el beneficio de la calma, si no que además, cuanto más lo hagas, menos te va a costar en el futuro utilizar ese recurso de regulación emocional.

Es por la misma razón que hay personas que se relajan cocinando, o se relajan yendo a dar un paseo a mirar tiendas, o se relajan viendo una serie al final del día, porque activan su atención y desactivan su preocupación. Obviamente lo ideal y lo fantástico sería que pudieras dominar tu atención de tal manera que pudieras centrarte en lo que estas haciendo en ese momento y en nada más, y en consonancia tu cortex prefrontal izquierdo chispeara de actividad, mientras que tu prefrontal derecho se mantuviera en silencio y tu centro de alarma tranquilo como un estanque. Conquistar esta habilidad es una habilidad que se aprende, por eso digo que estar bien es una habilidad.

Tu cerebro es una maquina con unas capacidades y un potencial increíbles, aunque si lo dejas suelto también es posible que coja muy malos vicios y te lleve por el camino de la amargura. El cerebro es una gran sirviente, una increíble herramienta, pero debes aprender a entrenar tu cerebro, y entrenarte tú para “mandar” un poquito mas sobre tu cerebro. Y eso toma tiempo y continuidad. De momento aprende a ser dueño de tu atención, y a dirigirla (y redirigirla) voluntariamente a voluntad (válgase la redundancia); será el mejor antídoto emocional para cambiar tus patrones de activación cerebral en positivo cuando tengas un día malo.

Saludos y suerte (aunque la suerte sonríe a los que se preparan).

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